El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, el conocimiento del santísimo es la inteligencia.
El Espíritu Santo nos abre a la verdad, y en esa verdad atesoraremos las experiencias más hermosas, deseando hablar a otros sobre las enseñanzas que se nos han revelado, cunado estemos con otros tendremos las ganas de comunicarles un pensamiento nuevo sobre el carácter y la obra de Jesucristo, tendremos nuevas revelaciones del amor compasivo de Dios para aplicarlas a los que nos aman como a los que no nos aman. Cada revelación de Dios al alma aumenta la capacidad de saber y amar; el clamor continuo del corazón es "quiero más de Ti" y la respuesta del Espíritu Santo es "te doy mucho más"; Dios se deleita en darnos mucho más de lo que pedimos o entendemos.
A Jesús, quien se entrego por entero para la salvación de la perdida humanidad, se le dio sin medida el Espíritu Santo, así se le entregará a cada seguidor de Jesucristo siempre y cuando se le entregue su vida como morada.
Pues el Espíritu Santo es sabiduría e inteligencia.
Isaías 11:2
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
2 Y
reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová.
Santiago 1:5
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
5 Y
si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a
todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Santiago nos dice «Si alguno de vosotros le falta sabiduría, pídasela a Dios».
El condicional “si alguno de vosotros” no implica que existan personas sabias
que no necesiten sabiduría. Todos necesitamos. Debemos entender la frase como
una forma amable de decir: “se que necesitas sabiduría, pero no lo
admitirás”.
A los seres humanos nos gusta resolver por nosotros mismos
nuestros problemas y tomar nuestras propias decisiones. Somos por naturaleza
“orgullosos y auto-suficientes”. Se nos dificulta pedir consejos y reconocer que
nos equivocamos.
Sin embargo, seamos honestos, nos equivocamos y muy a
menudo. Basta con hacer memoria, mirar hacia atrás en nuestra vida, y ver los
errores que hemos cometido. Debemos reconocer nuestra debilidad, tragarnos el
orgullo y admitir que necesitamos sabiduría. El creyente debe pedir sabiduría
a Dios porque la necesita.
La Palabra de Dios nos exhorta a no ser sabios en
nuestra propia opinión.
Proverbios 3:7
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
7 No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;
Para depender de Dios, el cristiano necesita
reconocer su falta de sabiduría y abandonar toda actitud de
auto-suficiencia.
Ante las dificultades que el Señor permita en nuestra
vida, necesitamos de su sabiduría divina para al menos dos cosas: para
comprender el porqué de las pruebas y para tomar sabias decisiones.
Cuando el Señor permite alguna dificultad en nuestra vida (enfermedad, pérdida
del empleo, etc.) lo hace siempre con el propósito de hacernos crecer en la fe.
De allí que las pruebas nos acerquen más al Señor para fortalecer nuestra fe y
depender de él o nos revelen un pecado en nuestra vida que nos impida crecer en
nuestra relación con Él.
Sin embargo, la aflicción que nos producen los
problemas y nuestra falta de sabiduría nos impiden comprender rápidamente el
propósito de Dios al permitir esa dificultad. Por lo tanto, debemos pedir al
Señor sabiduría para comprender el porqué de esa prueba.
Al enfrentarnos
a los problemas de la vida es válido preguntarnos: ¿El Señor quiere hacerme ver
un pecado oculto en mi vida? o sencillamente clamar al Señor y decirle: "hazme
entender tu propósito para mi vida"
En cualquier caso, aunque no
comprendamos los propósitos de Dios, no debemos dudar que todo está bajo su
control. Debemos confiar en que intervendrá a nuestro favor cuando y
como Él lo considere oportuno. Como ya hemos visto debemos permitir que las circunstancias sigan su curso normal,
según la voluntad divina.
1 Pedro 3:14
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
14 Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la
justicia, bienaventurados sois.
Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,
1 Pedro 5:6-7
Dios Habla Hoy (DHH)
6 Humíllense, pues, bajo la poderosa
mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo. 7 Dejen todas
sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.
Es muy común que en nuestro desesperación de salir rápidamente de los problemas, tomemos
malas decisiones que agraban aun más nuestra circunstancias. Las malas
decisiones solo aumentaran el problema y como consecuencia lógica, nuestro
sufrimiento o dolor.
Necesitamos sabiduría divina para comprender las
circunstancias y en consecuencia tomar decisiones correctas. Recordemos que
el Señor nos ha dicho:
Isaías 55:8
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni
vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Por eso,
reconocer que necesitamos sabiduría es el punto de partida para depender de
Dios. Debemos tomar decisiones bajo la sabiduría que el Señor nos de, si lo
que pretendemos es caminar bajo su voluntad.
Santiago nos exhorta a no
confiar en nuestra propia inteligencia para tomar decisiones ante los problemas
de la vida, sino en la sabiduría que viene del cielo.
Esta es una idea
repetitiva en las Escrituras. Antes que Santiago, el rey Salomón había expresado
el mismo consejo:
Proverbios 3:5-6
Dios Habla Hoy (DHH)
5 Confía de todo corazón en el Señor
y no en tu propia inteligencia.
6 Ten presente al Señor en todo lo que hagas,
y él te llevará por el camino recto.
y no en tu propia inteligencia.
6 Ten presente al Señor en todo lo que hagas,
y él te llevará por el camino recto.
Debemos ser persistentes al pedir sabiduría al Señor quien da
generosamente
En Santiago 1:5, además de enseñarnos
que necesitamos sabiduría para comprender el porqué de las pruebas y para tomar
decisiones correctas, nos indica a quien debemos acudir en busca de sabiduría:
«(...) pídasela a Dios». El cristiano debe pedir sabiduría a
Dios y por que Él es la fuente de toda sabiduría.
Es
también importante notar que la forma verbal "pedir" (lit. pídasela) en
modo imperativo, voz activa, implica que el cristiano debe “persistir en
pedir”. No es cuestión de pedir una o dos veces. La idea es que debemos
continuar pidiendo sabiduría mientras la prueba perdure y más aún depués. Es una actitud
constante y no un evento único o aislado.
Notemos también que el texto
dice que «(...) y el se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin
menospreciar a nadie». El Señor no hace acepción de personas. No mira los
méritos que tengamos o los errores que hayamos cometido. No tiene hijos
preferidos. Dios es una fuente inagotable de sabiduría disponible para todo
aquel que se acerque a Él.
1 Corintios 1:24
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
El Señor exige fe como condición para
favorecernos
El versículo 6 de santiago 1 dice: «Pero que pida
con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y
llevadas de un lado a otro por el viento.»
El Señor da
sabiduría generosamente, sin embargo, exige fe como condición. Dios da
sabiduría a la persona que deposita plenamente su confianza en Él. Quien se
acerca a Él en oración y con fe, obtiene un caudal de sabiduría.
No
obtiene nada del Señor quien es inconstante en pedir, lo que denota su falta de
fe en el Señor. Una persona inconstante es controlada por la duda, de la misma
manera que las olas del mar son controladas por el viento.
Santiago
advierte al inconstante falto de fe «7 No
piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
.» (v.
7)
La frase «quien tal haga» literalmente
significa “el hombre ese” con la fuerza de alguien quien identifica a un sujeto
señalándole con el dedo.
Por lo tanto, Santiago en este texto, acusa la
persona inconstante y falta de fe. Y le exhorta a que deje de “imaginarse” que
recibirá lo que pide al Señor. Por que sin fe es imposible obtener nada de
Dios.
La confianza en Dios es un requisito indispensable para obtener de
él, sabiduría o cualquier otro favor. Por esa razón, quien pide debe hacerlo con
la plena certeza que Dios ha de proveer la sabiduría para discernir el propósito
divino y tomar las decisiones correctas ante los problemas. Quien duda de la
provisión de Dios, no tiene ningún derecho a recibir nada de él. Quien cree, lo
obtiene todo.
Sabiduría es la capacidad de
comprender la razón de algo, y en consecuencia actuar con sensatez. Todos somos
faltos de sabiduría, nos equivocamos, cometemos errores que perjudican nuestra
vida y a quienes están a nuestro alrededor.
Ante las dificultades que el
Señor permite en nuestra vida, necesitamos de su sabiduría divina para
comprender el porqué de las pruebas y en consecuencia tomar sabias decisiones.
Por eso, reconocer que necesitamos sabiduría es el punto de partida para
depender de Dios.
Santiago nos enseña que Dios es una fuente inagotable
de sabiduría disponible para todo aquel que se acerque a Él. Que necesitamos
pedir sabiduría a Dios. Pero, que al pedir debemos ser constantes en nuestra
petición y creer con plena certeza que Dios proveerá. Pues quien duda de Dios no
tiene derecho a obtener nada de él.
La inteligencia es un regalo que Dios me da para entender la grandeza de su poder. En esta inteligencia cabe la sabiduría del temor de Dios, el cual viéndolo con inteligencia es el temor a ofenderles con nuestras acciones y nuestros actos, el el temor de no dar honra a Dios con lo que hacemos.
Proverbios 1:7
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Dios es un ser inteligente. Nosotros al ser creados a su imagen somos también inteligentes.
En la actualidad nos damos cuenta que el hombre con su inteligencia, puede hacer muchísimas cosas y está tratando continuamente de hacer cosas que solamente Dios puede hacerlas. Se olvida del poder de Dios. Otras veces usa la inteligencia para hacer daño a otras personas. Dios quiere que usemos nuestra inteligencia en cosas buenas. Debemos dar gracias a Dios porque a todos nos ha hecho inteligentes y quiere que le honremos usando nuestra inteligencia en forma positiva; que nuestra vida sea el servicio y la buena actitud ante todo que tengamos una vida pura donde habite el Espíritu Santo teniendo la facultad de conocer las cosas espirituales, de captarlas, de formarlas, de
acomodarlas y de comprenderlas.
Santiago 3:17
Dios Habla Hoy (DHH)
17 pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios, llevan ante todo una vida pura; y además son pacíficos, bondadosos y dóciles. Son también compasivos, imparciales y sinceros, y hacen el bien.
No sólo es actitud del cristiano pedir sabiduria e inteligencia a Dios para sí, sino el pedir para los demás para que el mundo sea mejor y más lleno del Espíritu de Dios.
Colosenses 1:9-10
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos,
no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de
su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
La inteligencia espiritual es la facultad que te da el Espíritu Santo para que
tu mente espiritual comprenda a Dios y las cosas de Dios, y lo que no es de Dios, aunque así lo parezca y que puede ser influencia del maligno, o sea tener el buen juicio que da la inteligencia.
Proverbios 8:11-14
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas;
Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella.
Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella.
12 Yo, la sabiduría, habito con la cordura,
Y hallo la ciencia de los consejos.
Y hallo la ciencia de los consejos.
13 El temor de Jehová es aborrecer el mal;
La soberbia y la arrogancia, el mal camino,
Y la boca perversa, aborrezco.
La soberbia y la arrogancia, el mal camino,
Y la boca perversa, aborrezco.
14 Conmigo está el consejo y el buen juicio;
Yo soy la inteligencia; mío es el poder.
Yo soy la inteligencia; mío es el poder.
La sabiduría y la inteligencia es lo que necesita el ser humano para conocer, interpretar y llevar a su vida las cosas de Dios, al tenerlas tendrá al Espíritu Santo habitando en su vida y hallara la vida que sólo Jesucristo nos puede dar.
Proverbios 4:5-8
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
5 Adquiere sabiduría, adquiere
inteligencia;
No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
6 No la dejes, y ella te guardará;
Amala, y te conservará.
Amala, y te conservará.
7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;
Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
8 Engrandécela, y ella te engrandecerá;
Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
Proverbios 8:32-35
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
32 Ahora, pues, hijos, oídme,
Y bienaventurados los que guardan mis caminos.
Y bienaventurados los que guardan mis caminos.
33 Atended el consejo, y sed sabios,
Y no lo menospreciéis.
Y no lo menospreciéis.
34 Bienaventurado el hombre que me escucha,
Velando a mis puertas cada día,
Aguardando a los postes de mis puertas.
Velando a mis puertas cada día,
Aguardando a los postes de mis puertas.
35 Porque el que me halle, hallará la vida,
Y alcanzará el favor de Jehová.
Y alcanzará el favor de Jehová.
¿Quieres ser sabio e inteligente? ¡¡¡PIDELO CON FIRMEZA, FERVOR Y PERSEVERANCIA!!!. Y ESTOY SEGURO QUE DIOS NO TE NEGARÁ ALGO QUE ES PARA TU VIDA ESPIRITUAL.
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