EL propósito del siguiente tema es el de informar a la comunidad cristiana de los problemas a los que se enfrenta la Iglesia Cristiana en cuanto a los errores doctrinales que existen en las "religiones", las sectas, y las falsas doctrinas; y en las cuales se puede caer, por un exceso de confianza.
No es con el fin de criticar sino de sembrar la inquietud del creyente en discernir en donde se encuentra actualmente y en vivir su vida y la verdad de la Religión Cristiana de acuerdo a la palabra de Dios.
Es muy difícil desde la perspectiva humana saber cual es la verdadera religión pues las personas desde su punto de vista dentro de su "religión" su secta o doctrina dirán que están en la correcta; pero hay que tener en cuenta que no es desde su perspectiva sino de la de Dios; y para ello El mismo nos Dejo Su Palabra que es verdad y en la que podemos discernir y verificar cual es la correcta religión. Pues la Palabra de Dios es viva y permanece para siempre.
Juan 17:14-17
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció,
porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Isaías 40:8
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
8 Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del
Dios nuestro permanece para siempre.
1 Pedro 1:23-25
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de
incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
24 Porque:
Toda carne es como hierba,
Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.
La hierba se seca, y la flor se cae;
Toda carne es como hierba,
Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.
La hierba se seca, y la flor se cae;
25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre.
m Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.
Juan 8:31-32
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
La verdad os hará libres
31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
En la actualidad el ser humano se enfrenta a un gran numero de problemas; falta de alimentos, consumismo excesivo, aumento de las enfermedades del cuerpo y "mentales", deficiente alimentación, materialismo, falta de civilidad, problemas ambientales, etc, etc. Y todo debido a su soberbia y falta de entrega al servicio a los demás; pero en realidad el mayor problema al que se enfrentan unos es a la ausencia de espiritualidad pues no creen en nada ni en nadie, otros que albergan una pizca de "espiritualidad" y tienen hambre espiritual andan buscando en distintos lados lo que no pueden encontrar en ninguno, los terceros que tienen "espiritualidad" o se creen lo bastante "espirituales" viven bajo el engaño de las Pseudo religiones o las falsas doctrinas, los últimos los "cristianos" que en teoría deberían estar bien viven su religión a base de religiosidad y en otros casos su religión revuelta con paganismo y falsas doctrinas.
Amós 8:11-12
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales
enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la
palabra de Jehová.
12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán.
12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán.
Vamos a hacer un análisis de este problema de deficiencia de espiritualidad.
Hay varias "religiones" dentro del mundo "espiritual", entre ellas están el isalmismo, el budismo, el hinduismo, el catolicismo, el shintoismo, por mencionar las más importantes; pero la mayoría de ellas están cargadas de paganismo desde el punto de vista Judío y Cristiano; ¿porqué tomamos como punto de comparación el Judaísmo y el Cristianismo puros? porque son las únicas religiones basadas en la Palabra de Dios; aunque el judaísmo se pierde cuando llega Jesucristo y al cual ellos deberían de haber tomado como mesías y salvador.
Las demás divisiones y corrientes heréticas del judaísmo y el Cristianismo mal llamadas religiones (sectas) así como las otras "religiones" como el hinduismo y sus corrientes, el budismo y sus corrientes, el islamismo y sus corrientes, el gnosticismo, religiones africanas y sus corrientes, el zoroastrismo, el shintoísmo, y el paganismo puro, satanismo; debemos considerarlas como "pseudoreligiones" o sectas, y falsas doctrinas.
No es del interés de este artículo el investigar y discernir en que están equivocadas todas estas "religiones",pseudoreligiones o sectas, porque al final y en base a la Palabra de Dios, todas serán consideradas paganismo y doctrinas de demonios. Por lo mismo sólo revisaremos aquellas "religiones", pseudoreligiones o sectas, y falsas doctrinas que en la actualidad más se están mezclando y están influenciando al Cristianismo y sus corrientes o denominaciones.
Las demás divisiones y corrientes heréticas del judaísmo y el Cristianismo mal llamadas religiones (sectas) así como las otras "religiones" como el hinduismo y sus corrientes, el budismo y sus corrientes, el islamismo y sus corrientes, el gnosticismo, religiones africanas y sus corrientes, el zoroastrismo, el shintoísmo, y el paganismo puro, satanismo; debemos considerarlas como "pseudoreligiones" o sectas, y falsas doctrinas.
1 Timoteo 4:1
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Predicción de la apostasía
4
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos
apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de
demonios;
No es del interés de este artículo el investigar y discernir en que están equivocadas todas estas "religiones",pseudoreligiones o sectas, porque al final y en base a la Palabra de Dios, todas serán consideradas paganismo y doctrinas de demonios. Por lo mismo sólo revisaremos aquellas "religiones", pseudoreligiones o sectas, y falsas doctrinas que en la actualidad más se están mezclando y están influenciando al Cristianismo y sus corrientes o denominaciones.
HISTORIA DE LA CRISTIANDAD Y EL CATOLICISMO.
Cuando Jesús reveló a sus discípulos el destino de Jerusalén y las escenas relativas a
su segundo advenimiento, predijo también la experiencia de su pueblo desde el
momento cuando se separaría de ellos hasta su regreso con poder y gloria para
librarlos. Desde el monte de los Olivos el Salvador contempló la tormenta que
estaba por caer sobre la iglesia apostólica y, al penetrar más profundamente en
el futuro, su ojo distinguió la fiera y devastadora tempestad que azotaría a
sus seguidores en las edades venideras de oscuridad y persecución. En pocas y
breves palabras de terrible significado, predijo la porción que los gobernantes
de este mundo asignarían a la iglesia de Dios. Los seguidores de Cristo debían
transitar la misma senda de humillación, reproche y sufrimiento que había
recorrido su Maestro. La enemistad que se había manifestado hacia el Redentor
del mundo se manifestaría también contra todos los que creyeran en su nombre.
La historia de la iglesia primitiva da testimonio del
cumplimiento de las palabras del Salvador. Los poderes de la tierra y el
infierno se coligaron contra Cristo en la persona de sus seguidores. El
paganismo previó que si el Evangelio triunfaba, sus templos y altares serían
barridos; por lo tanto, reunió sus fuerzas para destruir a la cristiandad. Se
encendieron los fuegos de la persecución. Se expropiaron las posesiones de
los cristianos y se los arrojó de sus hogares. "Soportaron gran lucha y
aflicción".
Hebreos 11:36
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de
esto prisiones y cárceles..
Vanos
fueron los esfuerzos de Satanás para destruir a la iglesia de Cristo por medio
de la violencia. El gran conflicto en cuyo transcurso los discípulos de Jesús
rindieron sus vidas no cesó porque estos fieles portaestandartes cayeron en sus
puestos. Triunfaron por medio de la derrota. Los obreros de Dios fueron
asesinados, pero su obra siguió firmemente adelante. El Evangelio se siguió
esparciendo, y el número de sus adherentes creció. Llegó a regiones
inaccesibles: hasta las águilas de Roma. Un cristiano, que discutía con los
gobernantes paganos que fomentaban la persecución, dijo lo siguiente:
"Podéis matarnos, torturarnos, condenarnos... Vuestra injusticia es la
prueba de que somos inocentes... Vuestra crueldad... no os servirá de
nada". Era una poderosa invitación más para atraer a otros a su fe. "Mientras
más a menudo nos aplastáis, más rápidamente crece nuestro número; la sangre de
los cristianos es una semilla".
Miles
fueron encarcelados y asesinados; pero otros surgieron para ocupar sus lugares.
Y los que sufrieron el martirio por su fe quedaron seguros con Cristo, y él los
considera vencedores. Pelearon la buena batalla, y recibirán la corona de
gloria cuando Cristo venga. Los sufrimientos que soportaron acercaron a los
cristianos los unos a los otros y a su Redentor. El ejemplo de los vivos y el
testimonio de los muertos era un constante apoyo de la verdad; Y donde
menos se lo esperaba los súbditos de Satanás abandonaban su servicio y se
alistaban bajo la bandera de Cristo.
Satanás
por lo tanto trazó planes para tener más éxito contra el gobierno de Dios
clavando su estandarte en el seno de la iglesia cristiana. Si los seguidores de
Cristo podían ser engañados e inducidos a desagradar a Dios, su fortaleza y su
firmeza fallarían, y serían una fácil presa para él.
El
gran adversario trató entonces de obtener por medio de la astucia lo que no
había logrado por medio de la fuerza. La persecución cesó, y su lugar lo
ocuparon las peligrosas tentaciones de la prosperidad temporal y los honores
mundanos. Se indujo a los idólatras a aceptar parte de la fe cristiana mientras
rechazaban otras verdades esenciales. Profesaban aceptar a Jesús como Hijo de
Dios y crecer en su muerte y su resurrección; pero no estaban convencidos de
pecado y no sentían necesidad de arrepentirse ni de cambiar su corazón. Con
algunas concesiones de su parte propusieron que los cristianos también las
hicieran para que todos se pudieran unir sobre la plataforma de la fe en
Cristo.
La
iglesia, entonces, se encontró en un terrible peligro. Las prisiones, la
tortura, el fuego y la espada eran bendiciones en comparación de esto. Algunos
cristianos se mantuvieron firmes y declararon que no podían transigir. Otros
razonaron que si cedían o modificaban algunas de las características de su fe,
y se unían con los que habían aceptado parcialmente el cristianismo, por ese
medio se podría lograr su plena conversión. Fue un período de profunda angustia
para los fieles seguidores de Cristo. Bajo el manto de un pretendido
cristianismo satanás mismo se estaba insinuando en la iglesia para corromper su
fe y apartar las mentes de la palabra de verdad.
Por
fin la mayor parte de los cristianos rebajaron sus normas, y se estableció una
unión entre el cristianismo y el paganismo. Aunque los adoradores de ídolos
profesaron estar convertidos y unidos con la iglesia, seguían aferrados a su
idolatría; sólo mudaron el objeto de su adoración a imágenes de Jesús e incluso
de María y los santos. La inmunda levadura de la idolatría, introducida de este
modo en la iglesia, continuó su obra funesta. Doctrinas sin fundamento, ritos
supersticiosos y ceremonias idolátricas se incorporaron a su fe y su culto. A
medida que los seguidores de Cristo se unían con los idólatras, la religión,
cristiana se corrompió y la iglesia perdió su pureza y su poder. Hubo algunos,
sin embargo, que no fueron desviados por esos engaños. Conservaron su fidelidad
al Autor de
la verdad y sólo adoraban a Dios.
la verdad y sólo adoraban a Dios.
Siempre
ha habido dos clases entre los que profesan ser seguidores de Cristo. Mientras
una clase estudia la vida del Salvador y trata fervorosamente de corregir sus
defectos y conformarse al Modelo, otra descarta las verdades claras y prácticas
que exponen sus errores. Aún en su mejor condición la iglesia no ha estado
plenamente formada por los leales, puros y sinceros. Nuestro Salvador enseñó
que los que se entregan voluntariamente al pecado no deben ser recibidos en la
iglesia; no obstante, él relacionó consigo mismo a hombres de carácter
defectuoso y les concedió los mismos beneficios de sus enseñanzas y su ejemplo,
para que tuvieran la oportunidad de ver sus errores y corregirlos.
Pero
no hay comunión entre el Príncipe de la luz y el príncipe de las tinieblas, y
no la puede haber entre sus seguidores.
2 Corintios 6:14
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Somos templo del Dios viviente
14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?1 Juan 1:5-6
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Dios es luz
5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
Cuando los cristianos consintieron en
unirse con los paganos semiconvertidos, se introdujeron en una senda que los
apartaría más y más de la verdad. Satanás gozaba al ver que había tenido éxito
en engañar a un tan gran número de seguidores de Cristo. Entonces logró que su
poder se manifestara más plenamente sobre ellos, y los inspiró a perseguir a
los que permanecían fieles a Dios. Nadie podía saber mejor cómo oponerse a la
verdadera fe cristiana que los que habían sido sus defensores; y esos
cristianos apóstatas, unidos con compañeros semipaganos, se dedicaron a atacar
los aspectos más esenciales de la doctrina de Cristo.
Se
necesitaba una lucha desesperada por parte de los que querían ser fieles para
mantenerse firmes contra los engaños y abominaciones cubiertos de ropaje
sacerdotal que se introdujeron en la iglesia. No se aceptó la Biblia como norma
de fe. La doctrina de la libertad religiosa fue calificada de herejía, y sus
sostenedores aborrecidos y proscriptos.
Retirada
de los fieles.
Después
de un largo y severo conflicto los pocos fieles decidieron separarse completamente
de la iglesia apóstata si ésta continuaba rehusando apartarse de la falsedad y
la idolatría. Se dieron cuenta de que la separación era una necesidad
imprescindible si querían obedecer la Palabra de Dios. No se atrevieron a
tolerar errores fatales para sus propias almas y dar un ejemplo que podría
poner en peligro la fe de sus hijos y la de los hijos de ellos. Para asegurar
la paz y la unidad estaban dispuestos a hacer cualquier concesión que estuviera
de acuerdo con la fidelidad a Dios; pero creían que ni siquiera la paz
debiera ser conseguida al precio tan exorbitante del sacrificio de los
principios. Si la unidad sólo se podía obtener mediante el abandono de la
verdad y la justicia, entonces decidieron que hubiera diferencia, e incluso
guerra. ¡Cuán bueno sería para la iglesia y el mundo si los principios que
inspiran a estas almas fieles revivieran en los corazones de los profesos hijos
de Dios!
El
apóstol Pablo declara que:
2 Timoteo 3:12
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en
Cristo Jesús padecerán persecución;
¿Por qué, entonces, parece
que la persecución estuviera sumida en una somnolencia tan grande? La única
razón de ello es que la iglesia se ha conformado a las normas del mundo, y por
lo tanto no suscita oposición. La religión corriente en nuestros días no
participa de la naturaleza pura y santa que caracterizaba la fe cristiana en
los días de Cristo y sus apóstoles. Sólo por causa de la actitud de
transigencia con el pecado, porque las grandes verdades de la Palabra de Dios
se consideran con tanta indiferencia, porque hay tan poca piedad vital en la
iglesia, el cristianismo es aparentemente tan popular en el mundo. Si hubiera
un reavivamiento de la fe y el poder de la iglesia primitiva, el espíritu de
persecución se reavivaría y sus fuegos volverían a encenderse.
EL MISTERIO DE LA INIQUIDAD.
El apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran
apostasía que daría como resultado el establecimiento del poder papal. Declaró
que el día de Cristo no vendría, "sin que antes venga la apostasía, y se
manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se
levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se
sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios". Y más
adelante advirtió a sus hermanos acerca de que:
2 Tesalonicenses 2:3-7
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin
que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de
perdición,
4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
5 ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
5 ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad;
sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de
en medio.
"ya está en acción el
misterio de la iniquidad".
Ya en aquella época vio
cómo se introducían subrepticiamente en la iglesia los errores que harían de
preparar el camino para el desarrollo del papado.
Poco
a poco, al principio con cautela y en silencio, y más tarde en forma más
abierta, el misterio de la iniquidad llevó a cabo su obra engañosa y blasfema,
y aumentó su fortaleza para lograr el dominio de las mentes de los hombres.
Casi imperceptiblemente las costumbres paganas se introdujeron en la iglesia
cristiana. El espíritu de transigencia y conformidad fue restringido por un
tiempo por causa de la fiera persecución que sufrió la iglesia bajo el
paganismo. Pero cuando la persecución cesó, y el cristianismo entró en las
cortes y los palacios de los reyes, la iglesia puso a un lado la humilde sencillez de Cristo y los apóstoles, para adoptar la pompa y el orgullo de los
sacerdotes y gobernantes paganos; y en lugar de los mandamientos de Dios puso
teorías y tradiciones humanas. La conversión nominal de Constantino a
principios del siglo IV causó gran regocijo, y el mundo, recubierto con el
manto de la justicia, se introdujo en la iglesia. De allí en adelante la obra
corruptora progresó rápidamente. El paganismo, vencido en apariencias, fue
realmente el vencedor. Su espíritu dominó a la iglesia. Sus doctrinas,
ceremonias y supersticiones llegaron a formar parte de la fe y el culto de los
profesos seguidores de Cristo.
Esta
mezcla de paganismo y cristianismo dio como resultado el desarrollo del hombre
de pecado predicho en la profecía, que habría de oponerse a Dios y exaltarse
sobre él. Ese gigantesco sistema de religión falsa es la obra maestra del poder
de Satanás; un monumento a sus esfuerzos por ocupar el trono y gobernar la
tierra de acuerdo con su voluntad.
Con
el fin de obtener ventajas y honores mundanos, la iglesia procuró el favor y el
apoyo de los grandes hombres de la tierra, y al rechazar de ese modo a Cristo,
fue inducida a rendir lealtad al representante de Satanás, es a saber, al
obispo de Roma.
Una
de las doctrinas cardinales del catolicismo es que el papa es la cabeza visible
de la iglesia universal de Cristo, investido con autoridad suprema sobre los
obispos y los pastores en todo el mundo. Más aún, el papa se ha arrogado los
mismos títulos de la Divinidad.
Satanás
sabia muy bien que las Sagradas Escrituras capacitarían a los hombres para
descubrir sus engaños y resistir su poder. Incluso el Salvador del mundo
resistió sus ataques por medio de la Palabra.
En
cada uno de sus asaltos Cristo empleó el escudo de la verdad eterna al decir:
"Escrito está". A cada sugerencia del adversario opuso la sabiduría y
el poder de la Palabra. Para que Satanás pudiera conservar su dominio sobre los
hombres y afirmar la autoridad del usurpador papal, debía mantenerlos
ignorantes acerca de las Escrituras. La Biblia exalta a Dios y pone al hombre
finito en su correcta ubicación; por lo tanto, sus sagradas verdades deben
mantenerse ocultas y mejor suprimidas. Esa fue la lógica adoptada por la
Iglesia de Roma. Por cientos de años impidió la circulación de la Biblia. Se
prohibía a la gente que la leyera o que la tuviera en sus hogares, y sacerdotes
y prelados carentes de principios interpretaban sus enseñanzas de manera que
apoyaran sus pretensiones. De esa manera el papa llegó a ser casi
universalmente reconocido como representante de Dios en la tierra, dotado de
autoridad suprema sobre la iglesia y el estado.
La
mudanza de los tiempos y la ley
Al
eliminar el detector de errores, Satanás obró de acuerdo con su voluntad. La
profecía declaraba que el papado pensaría en "cambiar los tiempos y la
ley":
Daniel 7:25
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos
del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán
entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
No se demoró en intentar esa obra. Para permitir que
los paganos se convirtieran y encontraran un sustituto de los ídolos que
adoraban, y para promover de ese modo la aceptación nominal del cristianismo,
se introdujo gradualmente en el culto cristiano la adoración de imágenes y
reliquias. El decreto de un concilio general finalmente confirmó ese sistema de
idolatría papal. Para completar su obra impía, Roma pretendió eliminar el
segundo mandamiento de la ley de Dios, que prohibe la adoración de
imágenes, y dividió el décimo mandamiento en dos para conservar el número
exacto.
Esa
actitud de retroceso ante el paganismo abrió el camino para apartarse aún más
de la autoridad del cielo. Satanás atacó al cuarto mandamiento también, y trató
de poner a un lado el antiguo sábado, que Dios había bendecido y santificado,
para exaltar en su lugar la fiesta que guardaban los paganos con el nombre de
"venerable día del sol". Al principio ese cambio no se llevó a cabo
abiertamente. En los primeros siglos todos los cristianos guardaban el sábado.
Cuidaban celosamente el honor de Dios, y como creían que su ley era inmutable,
conservaban religiosamente el carácter sagrado de sus preceptos. Pero con gran
sutileza Satanás obró por medio de sus instrumentos para lograr sus propósitos.
Para que la atención de la gente se dirigiera al domingo, lo convirtió en una
festividad en honor de la resurrección de Cristo. Se celebraban servicios
religiosos ese día; no obstante, se lo consideraba aún como un día de
recreación, y el sábado seguía siendo guardado religiosamente.
Constantino,
pagano aún, promulgó un decreto para apoyar la observancia general del domingo
como una festividad pública en todo el Imperio Romano. Después de su conversión
siguió siendo un ferviente abogado del domingo, y su edicto pagano fue puesto
en vigencia en provecho de su nueva fe. Pero el honor manifestado hacia ese día
no era suficiente para impedir que los cristianos consideraran que el sábado
era el día santo del Señor. Había que dar otro paso más; el falso día de reposo
debía ser exaltado para lograr su igualdad con el verdadero. Pocos años después
de la promulgación del decreto de Constantino, los obispos de Roma le
confirieron al domingo el título de día del Señor. De ese modo se indujo a
la gente gradualmente a que considerara que poseía un cierto grado de santidad.
No obstante, se seguía guardando el sábado original.
El
archiengañador no había terminado su obra. Estaba resuelto a reunir al mundo
cristiano abajo su estandarte, y a ejercer su poder por medio de su
representante, el orgulloso pontífice que pretendía ser el representante de
Cristo. Logró cumplir sus propósitos por medio de paganos semiconvertidos,
prelados ambiciosos y miembros de iglesia mundanos. Se celebraron grandes
concilios, de vez en cuando, a los que concurrían dignatarios de la iglesia
procedentes de todas partes del mundo. En casi cada uno de ellos se degradaba
un poco más el sábado que Dios había instituido, mientras en forma proporcional
se exaltaba el domingo. De ese modo la festividad pagana finalmente llegó a ser
honrada como una institución divina, mientras al sábado de la Biblia se lo
declaró reliquia del judaísmo, y se insistió en que su observancia era maldita.
El
gran apóstata logró éxito al exaltarse a sí mismo "contra todo lo que se
llama Dios o es objeto de culto":
2 Tesalonicenses 2:4
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama
Dios o es objeto de culto;
tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
Se había atrevido a
cambiar el único precepto de la ley divina que en forma inconfundible señala a
todas la humanidad al Dios verdadero y viviente. En el cuarto mandamiento el
Señor se presenta como Creador de los cielos y la tierra, y por lo tanto como
distinto de todos los dioses falsos. El séptimo día fue santificado para que
fuera un día de reposo para el hombre, como un monumento de la obra de la
creación. Se lo instituyó para que mantuviera al Dios viviente siempre delante
de las mentes como la fuente de todo ser y objeto de reverencia y culto.
Satanás trató de desviar a los hombres para que no manifestaran lealtad a Dios
ni rindieran obediencia a su ley; por lo tanto dirigió sus 347 esfuerzos
especialmente contra ese mandamiento que señala a Dios como Creador.
Los
protestantes insisten ahora en que la resurrección de Cristo en domingo es el
origen del día de reposo cristiano. Pero no hay evidencias bíblicas para esto.
Ni Cristo ni los apóstoles le dieron tal honor a ese día. La observancia del
domingo como institución cristiana tiene sus orígenes en el "misterio de
la iniquidad" que, ya en los días de Pablo, había comenzado a obrar.
¿Dónde y cuándo adoptó el Señor a este hijo del papado? ¿Qué razones valederas
se pueden presentar para justificar un cambio acerca del cual las Escrituras
guardan silencio?
En
el siglo VI el papado ya estaba firmemente establecido. La sede de su poder se
hallaba en la ciudad imperial, y se declaró que el obispo de Roma era la cabeza
de toda la iglesia. El paganismo había cedido su lugar al papado. El dragón
había dado a la bestia "su poder y su trono, y grande autoridad":
Apocalipsis 3:2
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
2 Sé
vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado
tus obras perfectas delante de Dios.
Y entonces comenzaron los 1.260 años de opresión papal predichos
en las profecías de Daniel y Juan.
Daniel 7:25
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos
del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán
entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
Apocalipsis 13:5-7
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
5 También se le dio boca que hablaba grandes cosas y
blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses.
6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.
7 Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.
7 Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
Los cristianos
se vieron obligados a elegir entre renunciar a su integridad y aceptar las
ceremonias y el culto católico, o pasarse la vida en las mazmorras, o morir en
el potro, entre rejas o víctimas del hacha del verdugo. Entonces se cumplieron
las palabras de Jesús:
Lucas 21:16-17
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
16 Mas seréis entregados aun por vuestros padres, y
hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros;
17 y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre.
17 y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre.
La
persecución se desató sobre los fieles con mayor furia que antes, y el mundo se
convirtió en un vasto campo de batalla. Por cientos de años la iglesia de
Cristo encontró refugio escondiéndose y en la oscuridad. Así dice el profeta:
Apocalipsis 12:6
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
6 Y
la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí
la sustenten por mil doscientos sesenta días.
La
Edad Media.
La
ascensión de la Iglesia Católica al poder señaló el principio de la Edad Media.
A medida que su poder aumentaba, las tinieblas se hacían más intensas. La fe se
trasladó de Cristo, su verdadero fundamento, al papa de Roma. En lugar de
confiar en el Hijo de Dios para obtener el perdón de los pecados y la salvación
eterna, la gente recurría al papa, y los sacerdotes y los prelados en quienes
éste delegaba su autoridad. Se les enseñó que el papa era su mediador, y que
sólo podían acercarse a Dios a través de él, y más aún, que estaba en lugar de
Dios para ellos, y por lo tanto debía ser obedecido sin vacilar. Cualquier
desviación de sus requerimientos era causa suficiente para que se lanzaran los
más severos castigos sobre los cuerpos y las almas de los ofensores. De ese
modo la atención de la gente se desvió de Dios para dirigirse a hombres
falibles y sujetos a error; todavía más, al mismo príncipe de las tinieblas que
ejercía su poder por medio de ellos. El pecado, se cubrió con un manto de
santidad. Cuando se suprimen las Escrituras y el hombre se considera supremo,
todo lo que podemos esperar es fraude, engaño y degradante iniquidad. Con la
elevación de las leyes y tradiciones humanas, se manifestó la corrupción que
siempre resulta cuando se pone a un lado la ley de Dios.
Días
de peligro
Eran
días de peligro para la iglesia de Cristo. Los fieles portaestandartes eran
pocos ciertamente, Aunque la verdad no quedó sin testigos, había momentos
cuando parecía que el error y la superstición prevalecerían por completo, y la
verdadera religión sería erradicada de la tierra. Se perdió de vista el
Evangelio, pero en cambio las formas de la religión se multiplicaron, y la
gente recibía la carga de rigurosas exacciones.
No
sólo se les enseñó que recurrieran al papa como mediador, sino también a
confiar en sus propias obras para expiar sus pecados. Largos peregrinajes,
actos de penitencia, el culto a las reliquias, la construcción de iglesias,
capillas y altares, el pago de grandes sumas a la iglesia, éstos y muchos actos
similares se fomentaban para apaciguar la ira de Dios u obtener su favor. ¡Como
si Dios fuera hombre, que se enojara por nimiedades o a quien se puede
pacificar con ofrendas y penitencias!
Los
siglos subsiguientes fueron testigos de un constante aumento del error en las
doctrinas enseñadas por Roma. Aun antes del establecimiento del papado las
enseñanzas de los filósofos paganos habían recibido la atención de la iglesia y
habían ejercido influencia sobre ella. Muchos que profesaban estar convertidos
seguían aferrados a sus dogmas paganos, y no sólo continuaban estudiándolos
ellos mismos, sino que instaban a otros a hacerlo como un medio de ejercer más
influencia sobre los paganos. De ese modo se introdujeron graves errores en la
fe cristiana. Entre ellos sobresale la creencia en la inmortalidad natural del
hombre y en el estado consciente de los muertos. Esta doctrina constituye el
fundamento sobre el cual Roma estableció la invocación de los santos y la
adoración de la Virgen María. De ella surgió también la doctrina errónea del
tormento eterno para los que finalmente resulten impenitentes, que fue
incorporada bien al principio de la fe católica.
Después
se preparó el camino para la introducción de otra invención pagana, que Roma
denominó purgatorio, y que se empleó para aterrorizar a las multitudes crédulas
y supersticiosas. Mediante ese error se afirma la existencia de un lugar de
tormento en el cual las almas de los que no han merecido la condenación eterna
sufrirán un castigo por sus pecados, después del cual, una vez librados de toda
impureza, serán admitidos en el cielo.
Otra
invención más se necesitaba para que Roma pudiera aprovecharse de los temores y
vicios de sus adherentes. Fue provista por la doctrina de las indulgencias. Se
prometía total remisión de pecados, pasados, presentes y futuros, y la liberación
de todas las sanciones y penalidades en que se incurriera, a los que se
alistaban en las guerras del pontífice para extender sus dominios temporales y
castigar a sus enemigos, o para exterminar a los que se atrevían a negar su
supremacía espiritual. También se enseñó a la gente que mediante el pago de
ciertas sumas de dinero a la iglesia podía librarse del pecado y salvar también
las almas de sus amigos fallecidos que se encontraban confinados en medio de
las llamas del tormento. Mediante esos procedimientos Roma llenó sus cofres y
sostuvo la magnificencia, el lujo y el vicio de los pretendidos representantes
del que no tenía dónde reclinar la cabeza.
El
rito bíblico de la Cena del Señor fue reemplazado por el sacrificio de la misa.
Los sacerdotes católicos pretendían que mediante sus ceremonias podían
convertir el pan y el vino en el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de
Cristo. Con presunción pretendían disponer abiertamente de poder para
"crear a su Creador". Se requería que todos los cristianos, so
pena de muerte, manifestaran su aceptación de ese terrible error que ofende al
cielo. Los que rehusaban eran entregados a las llamas.
El
mediodía del papado fue la medianoche espiritual del mundo. Las Sagradas
Escrituras eran casi desconocidas, no sólo por la gente, sino por los
sacerdotes también. Tal como los fariseos de la antigüedad, los dirigentes
católicos aborrecían la luz que habría puesto en evidencia sus pecados. Con la
ley de Dios -la norma de la justicia- fuera de quicio, ejercieron un poder
ilimitado, y practicaron el vicio sin restricción alguna. Prevalecían el
fraude, la avaricia y la lascivia. No había crimen que no se cometiera para
obtener riquezas o escalar posiciones. Los palacios de los papas y los prelados
eran escenarios del libertinaje más degradante. Algunos de los pontífices
reinantes cometieron crímenes tan repugnantes que los gobernantes seculares
trataron de deponer a esos dignatarios de la iglesia como monstruos demasiado
viles para ser tolerados sobre el trono. Por siglos no progresaron la ciencia,
las artes ni la civilización. Una parálisis moral e intelectual se apoderó de
la cristiandad.
En medio de las penumbras que cubrieron la tierra durante el largo período de
supremacía papal, la luz de la verdad no fue totalmente extinguida. En todas
las edades hubo testigos de Dios: hombres que albergaron fe en Cristo como el
único mediador entre el Señor y los hombres, que se aferraron a la Biblia como
la única norma de vida, y que santificaron el sábado. Cuánto debe el mundo a
esos hombres, la posteridad jamás lo sabrá. Se los calificó de herejes, se
tergiversaron sus motivos, se falseó su carácter, sus escritos fueron
prohibidos, mal interpretados o mutilados. Sin embargo, ellos se mantuvieron
firmes, y a través de las edades conservaron su fe y su pureza, como una
herencia sagrada para las generaciones venideras.
Tan
terrible fue la guerra lanzada contra la Biblia que hubo ocasiones cuando
existían muy pocos ejemplares de ella; pero Dios no permitió que su Palabra
fuera totalmente destruida. Sus verdades no debían permanecer ocultas para
siempre. Con la misma facilidad con que podía abrir las puertas de la prisión y
descorrer los cerrojos de hierro para que sus siervos salieran libres, el Señor
podía liberar también las palabras de vida. En diferentes países de Europa el
Espíritu Santo impulsó a distintos hombres para que investigaran la verdad como
si fuera un tesoro escondido. Guiados providencialmente hacia las Sagradas
Escrituras, estudiaron sus santas páginas con profundo interés. Estaban
dispuestos a aceptar la verdad no importaba cuánto les costara. Aunque no
percibían con claridad todas las cosas, pudieron descubrir numerosas verdades
sepultadas desde hacía mucho tiempo. Como mensajeros enviados por el cielo
salieron para quebrantar las cadenas del error y la superstición, e invitar a
los que por largo tiempo habían sido esclavizados con el fin de que se
levantaran y aprovecharan su libertad.
Después de la reforma protestante de la cual surgieron verdaderos Cristianos preocupados por mantener la vivencia de la vida basada en la Palabra de Dios y no en doctrinas de hombres influenciadas por satanás, se cayó en un estado de conformidad y aletargamiento en el cual, se manifestó el mismo espíritu de somnolencia, el mismo respeto por las opiniones de los hombres, la misma actitud de mundanalidad, el mismo reemplazo de las enseñanzas de la Palabra de Dios por teorías humanas. Se fomentaron el orgullo y la ostentación cubriéndolos con la capa de la religión y la religiosidad. Las iglesias se corrompieron al aliarse con el mundo. De ese modo se degradaron los grandes principios por los cuales los reformistas y sus hicieron tanto y sufrieron tanto.
Cuando Satanás se dio cuenta de que había fracasado en su intento de aplastar la verdad por medio de la persecución, de nuevo recurrió al mismo plan de transigencia por medio del cual había producido la gran apostasía y la formación de la iglesia de Roma. Indujo a los cristianos a aliarse, esta vez no con los paganos, sino con quienes, al adorar al Dios de este mundo, demostraron ser idólatras también.
Satanás ya no pudo mantener más la Biblia fuera del alcance de la gente; había sido puesta al alcance de todos. Pero indujo a miles a aceptar falsas interpretaciones y teorías carentes de fundamento, sin escudriñar las Escrituras para aprender la verdad por sí mismos. Corrompió las doctrinas de la Biblia, y logró que se arraigaran tradiciones que iban a provocar la ruina de millones. La iglesia sostenía y defendía esas tradiciones en lugar de luchar por la fe que una vez fue entregada a los santos. Y mientras permanecían totalmente inconscientes con respecto a su condición y a su peligro, la iglesia y el mundo rápidamente comenzaron a aproximarse al período más solemne e importante de la historia de la tierra, es a saber, el período de la manifestación del Hijo del hombre.El profeta Daniel declaró que la Iglesia Romana, simbolizada por el cuerno pequeño, pensaría en cambiar los tiempos y la ley,
Esta institución, que señala a Dios como el Creador, es una señal de su legítima autoridad sobre los seres que creó. El traslado del día de reposo del sábado al domingo es la señal o la marca de la autoridad de la Iglesia Romana. Los que, cuando comprenden los requerimientos del cuarto mandamiento deciden observar el falso día de reposo en lugar del verdadero, están de esa manera rindiendo homenaje al único poder que lo autoriza.
Colosenses 2:18-22
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
18 Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y
culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado
por su propia mente carnal,
19 y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.
20 Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos
21 tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques
22 (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?
19 y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.
20 Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos
21 tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques
22 (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?
Daniel 7:25
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
mientras Pablo la presenta por medio del hombre de pecado, que habría de exaltarse por encima del Señor.
2 Tesalonicenses 2:3-4
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
Sólo al cambiar la ley de Dios podía el papado exaltarse por encima del Altísimo; todo el que a sabiendas se sometiera a la ley cambiada, estaría rindiendo supremo honor al poder que llevó a cabo el cambio.
El cuarto mandamiento, que Roma ha tratado de poner a un lado, es el único precepto del Decálogo que señala a Dios como Creador de los cielos y la tierra, y por lo tanto distingue al verdadero Dios de los dioses falsos. El sábado fue instituido para conmemorar la obra de la Creación, y dirigir las mentes de los hombres al Dios vivo y verdadero. Su poder creador se menciona a lo largo de las Escrituras como prueba de que el Dios de Israel es superior a las deidades paganas. Si siempre se hubiera guardado el sábado, los pensamientos y los afectos del hombre se hubieran dirigido a su Hacedor como objeto de reverencia y adoración, y nunca habría existido ni un idólatra, ni un ateo ni un infiel.
2 Juan 1:9
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina
de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí
tiene al Padre y al Hijo.
No conforme con todo esto, el catolicismo actual mantiene una estrecha relación con el paganismo y en algunos casos el satanismo, puesto que sus propios fieles hacen una revoltura de creencias y ritos que ni siquiera son propios del mismo catolicismo, vemos personas católicas que van al brujo o hechiceros blanco o negro es lo mismo, que consultan espiritistas y astrólogos, que van a que les lean el tarot o el café, que portan amuletos e imagenes y crucifijos al mismo tiempo, que son católicos pero primero son guadalupanos, que hacen danzas paganas a su "virgen", que adoran a la santa muerte; que asisten al yoga, al reiki, que creen en el feng shui, que visitan a sanadores energéticos, que van a las flores de bach, a la musicoterapia, a la acupuntura, que toman cursos de control mental como el método silva, sin tomar en cuenta que en ocasiones profesan el catolicismo junto con otra "pseudoreligión" como el gnosticismo, la cinenciología, el shintoísmo, etc, etc, etc.
Todo esto ha provocado que en el catolicismo exista una revoltura de ritos, creencias, actos e inventos, que llevan al supuesto "cristianismo" del que supuestamente nació el catolicismo a una religiosidad extrema bajo la dirección de la doctrina de la iglesia católica; cargada de paganismo y satanismo, basada también en los escritos de sus dirigentes y no en la Palabra de Dos y que lo único que hace es confundir, y hacer más ignorantes, de lo que realmente es el Cristianismo a sus propios fieles haciendo más complicada la intentada pero vana salvación.
¿HERMANO SI TU SALISTE DE AHÍ, TE GUSTARÍA REGRESAR A VIVIR TU ESPIRITUALIDAD AHÍ Y A COMPLICAR TU SALVACIÓN?
¡AMEN Y GLORIA A DIOS!
* NOTAS COMENTARIOS Y REFLEXIONES POR EL COLABORADOR OSCAR RIVERA.
Todo esto ha provocado que en el catolicismo exista una revoltura de ritos, creencias, actos e inventos, que llevan al supuesto "cristianismo" del que supuestamente nació el catolicismo a una religiosidad extrema bajo la dirección de la doctrina de la iglesia católica; cargada de paganismo y satanismo, basada también en los escritos de sus dirigentes y no en la Palabra de Dos y que lo único que hace es confundir, y hacer más ignorantes, de lo que realmente es el Cristianismo a sus propios fieles haciendo más complicada la intentada pero vana salvación.
Mateo 15:9
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
9 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. m
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. m
1 Juan 2:3-6
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos
sus mandamientos.
4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
¿HERMANO SI TU SALISTE DE AHÍ, TE GUSTARÍA REGRESAR A VIVIR TU ESPIRITUALIDAD AHÍ Y A COMPLICAR TU SALVACIÓN?
¡AMEN Y GLORIA A DIOS!
* NOTAS COMENTARIOS Y REFLEXIONES POR EL COLABORADOR OSCAR RIVERA.
HAY DIFERENCIA NOTABLE ENTRE LO ESPIRITUAL Y LO SAGRADO QUE NOS PERMITE IDENTIFICAR TANTO LAS RELIGIONES VERDADERAS COMO LAS RELIGIONES FALSAS: Una cosa son los universalismos del fenómeno espiritual de la trasformación humana que demarcan las jornadas y las metas del camino que transitan los místicos afanados en su desarrollo espiritual, que tiene por directriz la reflexión de la existencia antes y después de esta vida, a fin de alcanzar la vida eterna. Y otra los convencionalismos de lo que es sagrado para Israel (su: territorio, pueblo, ancestros, Jerusalén, Templo, Ley) que demarcan la ecumene Abarham-ica, que tiene por directriz la reflexión del devenir de Israel entre las naciones, a fin de sin escrúpulo alguno hacer de Israel la principal de las naciones. http://es.scribd.com/doc/148809387/Cristianismo-Sin-Judaismo
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