martes, 27 de diciembre de 2011

Fin del año 2011 e inicio del año 2012.






Celebrar el año nuevo no es malo, siempre y cuando lo hagamos desde un punto de vista cristiano, acompañado de la familia y los amigos, pero sobre todo de Dios como centro de la celebración; lo malo es no hacer de este año un año de provecho en todos aspectos de nuestra vida, pero principalmente en el espiritual ya que es la llave para ser y tener una vida mejor como cristiano.



Para iniciar hay varias preguntas que hacer:
¿Qué hiciste de bueno en este año que termina?, ¿En tu persona, en tu espiritualidad, con tu familia, con tus vecinos, en tu vida?, ¿Qué deje incompleto?, ¿Cómo trate mi cuerpo, me alimento mejor, hago ejercicio, lo cuido?, ¿cómo ha sido mi actitud, ante mi, ante los demás, he dejado de ofender, de enojarme, de decir malas palabras, he controlado mi caracter?, ¿Puedo hacer mejor las cosas el siguiente?, ¿me he dedicado a amarme a mi para poder amar a los demás, a perdonar, a bendecir en todo lugar y momento? y así podemos preguntarnos más cosas, dependiendo de nosotros siendo honestos con nosotros para poder ordenar nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestro corazón, nuestra alma y espiritu; para poder iniciar y cumplir lo que Dios quiere de nosotros.

¿Cómo vas a recibir el año nuevo, como lo hacen los paganos?. Lleno de supersticiones y amuletos ritos, cábalas y tradiciones para esperar el Año Nuevo
Hay para todos los gustos: los que se ponen ropa interior amarilla y suben y bajan escaleras; los que se aferran a una maleta y comen uvas o lentejas.
Tradiciones y cábalas para celebrar el nuevo año han existido en todas las culturas y tiempos; a lo cual la palabra de Dios nos dice:



Dios condena el espiritismo (Deuteronomio 18:10-12; 2 Reyes 21:6). Recurrir a tales prácticas sería coquetear con el enemigo, aliarse con los traidores. Si consultáramos el horóscopo o a un hechicero, o jugáramos con las supersticiones, permitiríamos que los espíritus maléficos dominaran nuestras decisiones, lo cual equivaldría a sumarse a su rebelión contra Dios.


La Biblia revela uno de los métodos que utilizan: “Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz” (2 Corintios 11:14). Al Diablo le gustaría hacernos creer que la vida que él ofrece es mejor. Por ello, tal vez parezca que los espíritus malignos conceden beneficios temporales. Pero no ofrecen soluciones duraderas (2 Pedro 2:4). No pueden otorgar a nadie vida eterna y pronto serán destruidos (Romanos 16:20). El Creador es la única fuente de vida eterna y verdadera felicidad, y la mejor protección posible contra las fuerzas espirituales del mal (Santiago 4:7).



Dios es el unico de quien podemos esperar protección y providencia: "Busqué a Dios, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Dios, Y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Dios acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende. 8 Gustad, y ved que es bueno Dios; Dichoso el hombre que confía en él. Temed a Dios, vosotros sus santos, Pues nada falta a los que le temen". Salmo 34.

La celebración del Año Nuevo es una de las más antiguas y universales de las festividades. Hace aproximadamente 4.000 años atrás, los babilonios fueron los primeros en convertir el Año Nuevo en un ciclo festivo que duraba 11 días y que se celebraba al comienzo de la primavera.
Los egipcios celebraban el fin del año con el comienzo de la crecida del río Nilo y la preparación de las tierras para la siembra, mientras que los romanos también hacían coincidir la celebración con la llegada de la primavera y lo festejaban el 25 de marzo.
Pero fue el emperador Julio César el que cambió la fecha al primero de enero, primer día del mes dedicado al Dios Jano. Esto fue confirmado en las adaptaciones que hizo el Papa Gregorio XIII, y es el calendario que rige en nuestros días.


La noche que nos traspasa al siguiente año está llena de cábalas y supersticiones que tienen que ver supuestamente con buenos augurios para el año que comienza.
Por que en ese momento mejor no haces una reflexión, sobre que fue lo que hiciste para ser un mejor cristiano, que no hiciste y que estas dispuesto a hacer.



Cuantas veces ignoraste a Dios, cuantas veces no pediste perdón a Dios, cuantas veces preferiste al mundo en lugar de Jesús, cuantas veces no hiciste oración y ni siquiera te acordaste de Dios, cuantas veces no diste gracias, cuantas veces renegaste de Dios, cuantas veces no creíste en Dios, cuantas veces contristaste al Espíritu Santo, cuantas veces despreciaste sus bendiciones, cuantas veces no quisiste su amor, ¡cuantas veces, cuantas veces!; pero sabes que esto ya no importa, pues Dios te ama y te perdona y ¡Hoy te da la oportunidad de vivir y con la vida de cambiar y de decir Señor Jesús te amo y por ti este año voy a ser un mejor cristiano y tu tienes el poder de que esto se cumpla ¡Decidete y empieza hoy mismo!.




No necesitas nada de esas supersticiones y amuletos, pues tu tienes la mejor parte JESUS. Lucas 38:41-42, " Pero Jesús le contestó:
--Marta, Marta, estás preocupada y te inquietas por demasiadas cosas, 42 pero solo una cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la va a quitar."




Cuantas preocupaciones tenemos antes de que empiece el año, la esposa, el esposo, lo hijos, la salud, el dinero, cosas vanales, el coche, la casa, la comida, etc. pero no pensamos, que teniendo a Dios todo lo tenemos, y que diariamente vivimos en abundancia porque tenemos el potencial de amar, de vivir, de gozar, de estar sanos, de disfrutar lo que el Dios a creado; pero en nuestro afán de desear otras cosas no vemos y agradecemos lo que tenemos.


Goza el hoy, y lo que puedes hacer tu de el, pues el pasado esta muerto y el futuro es lo que hagamos de nuestro hoy.




El año nuevo es una oportunidad más para convertir la vida, el hogar, el trabajo en algo distinto. “Quiero algo diferente, voy a comenzar bien, así será más fácil seguir bien y terminar bien. Quizá el año pasado no fue mi mejor año, me dejó un mal sabor de boca; éste va a ser distinto, quiero que así sea, es un deseo, es un propósito, y no lo voy a echar a perder. Tengo otra oportunidad que no voy a desperdiciar, porque la vida es demasiado breve”.
¿Quién es capaz de decir: “Desde hoy, desde este primer día, todo será distinto.? En mi hogar, me voy a arrancar ese egoísmo que tantos males provoca, voy a estrenar un nuevo amor a mi pareja y a mi familia, seré mejor padre o madre. Seré también distinto en mi trabajo, no porque vaya a cambiar de trabajo, sino de humor. Incluso voy a desempolvar mi fe, esa fe arrumbada y llena de polvo, voy a poner un poco más de oración, de cielo azul, de aire puro en mi jornada diaria. Ya me harté de vivir como he vivido, de ser egoísta, tracalero, injusto. Otro estilo de vida, otra forma de ser, ¿por qué no intentarlo?”



LA PALABRA DE DIOS ES LO MEJOR PARA INICIAR EL AÑO NUEVO.
La palabra de Dios revela la mente de Dios, el estado moral y espiritual del hombre, el camino de salvación, el castigo del pecador no redimido y la bienaventuranza del creyente. Sus doctrinas son santas, sus preceptos obligatorios, sus historias verdaderas y sus decisiones inmutables.

Leéla para ser sabio, creélo para estar seguro, practícalo para ser santo. Es luz que dirige, pan que sostiene y consuelo que alegra.
Es mapa al viajero, báculo del peregrino, brújula del navegante, espada del soldado y la carta magna del cristiano.

En la Palabra de Dios está el paraíso restaurado, el cielo abierto y las puertas del infierno descubiertas. Cristo es su gran tema, nuestra salvación su buen propósito y la gloria de Dios su meta.
Debe ocupar la mente, gobernar el corazón y guiar los pies. Leéla con lentitud, con frecuencia y con oración.

Es mina de prosperidad, un paraiso de gloria y un río de placer. Nos es dado en esta vida, será abierto en el juicio y será recordado eternamente. Trata del deber más grande, recompensará la labor más excelente y condenará a todo aquel que juega con su sagrado contenido.




Es innegable que la Palabra de Dios hará que logres lo que te propones en este año, cumplas tus metas, tus anhelos, dedicale tiempo y no te arrepentirás. Al respecto nos dice la palabra: " sino que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día. 3 Ese hombre es como un árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hace, le sale bien!". Salmo 1:2-3.




¡Adelante hermano, tienes en tus manos la oportunidad de escribir tu nombre en el libro de la vida!; ¡lucha por que este año este tu nombre y permanezca ahí con letras de oro!.





"El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles". APOCALIPSIS 3:5.





Hermano: ¡¡¡DIOS TE BENDIGA!!! En este año que comienza.





¡Amen y gloria a Dios!.





*Notas, comentarios y reflexiones por el colaborador Oscar Rivera.


























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