miércoles, 29 de febrero de 2012

Domingo 12 de febrero. JESUS EXPULSA DEMONIOS CON AUTORIDAD.




LECTURAS: Marcos 11:15-19.



Notas, comentarios y reflexiones:






Al comenzar la vida pública Jesús expulsó a los mercaderes del Templo en un acto que suscitó esperanzas en algunos y enemistad en los comprometidos con el mercadeo de las cosas de Dios.
Ahora va a suceder algo similar, pero no en vano han transcurrido tres años de intensa evangelización. Jesús ya no se presenta sólo como un reformador religioso, pues en el Templo se ha proclamado el Hijo de Dios igual a Padre. Está hablando en su casa, en la casa de Dios, y todo su poder se dejará ver con fuerza. "Llegan a Jerusalén. Y, entrando en el Templo, comenzó a expulsar a los que vendían y a los que compraban en el Templo, y derribó las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían palomas. Y no permitía que nadie transportase cosas por el Templo, y les enseñaba diciendo: ¿No está escrito que mi casa será llamada casa de oración para todas las gentes? Vosotros, en cambio, la habéis convertido en una cueva de ladrones"(Mc).
Su acción no encuentra ahora gentes sorprendidas por el desconocido galileo. Ahora todos saben que el que actúa con santa ira se ha proclamado Mesías rey, ha sido aclamado por el pueblo y discutido por los príncipes. Temen, recogen sus enseres, y huyen. La actividad era grande en el mercado del Templo durante la Pascua. Miles de sacrificios, multitud de animales, vocerío, paso por el centro del templo, y nada de oración. Pero la acción apunta más alto, los responsables son los que dirigen el Templo. El sumo Sacerdote permite aquel barullo porque se enriquece con cada transacción. Si el dinero fluye a sus arcas poco le importa el orden del templo. Los que le asisten también son colaboradores de aquel abuso. En realidad la gloria del Altísimo era cuestión muy lejana de sus intereses. Aquí está la raíz del rechazo de Jesús como Mesías que se manifiesta como el Hijo de Dios. Si fuesen hombres de oración, si estuviesen unidos con Dios, descubrirían la verdad del enviado de Dios. Pero no lo son, por eso cuando los príncipes de los sacerdotes y los escribas lo supieron, “buscaban el modo de perderle; pues le temían, ya que toda la muchedumbre estaba admirada de su doctrina"(Mc).
La rabia crece en su corazones. el mismo Sanedrín ha determinado que se le mate, pero Jesús actúa con impunidad en el Templo. Es más actúa haciendo y deshaciendo, enseñando y corrigiendo abusos. Parece que les provoca. Y ellos no pueden aguantar. Por eso con irritación se enfrentan con Jesús sin atender a sutilezas, a gritos: "Y mientras paseaba por el Templo, se le acercan los príncipes de los sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le dicen: ¿Con qué potestad haces tales cosas?, o ¿quién te ha dado tal potestad para hacerlas?". Siempre es el mismo tema: ¿quién eres?, como si no lo hubiese dejado claro muchas veces allí mismo. Pero no quieren aceptarlo, ninguna razón les moverá de su incredulidad. Por eso Jesús les contestó de un modo sorprendente: "Yo también os haré una pregunta, respondedme, y os diré con qué potestad hago estas cosas: el bautismo de Juan ¿era del Cielo o de los hombres? Y deliberaban entre sí diciendo: Si decimos que del Cielo, dirá: ¿por qué, pues, no creísteis? Pero ¿vamos a decir que de los hombres? Temían a la gente; pues todos tenían a Juan como a un verdadero profeta. Y contestaron a Jesús: No lo sabemos. Entonces Jesús les dice: Pues tampoco yo os digo con qué potestad hago estas cosas"(Mc).
Jesús tiene autoridad de rey; tiene la autoridad de quien tiene poder de hacer milagros; tiene autoridad de hombre perfecto y sabio; tiene la autoridad de Hijo de Dios; tiene la autoridad del Padre que le ha dado todo poder. Ninguna de ellas es aceptada por aquellos hombres de corazón envilecido. Sus mentes bullen ante la cuestión de quedar bien con el pueblo. Y se refugian en la evasiva cuando se les enfrenta con la verdad. Jesús no puede actuar con la claridad de la verdad a los que están cerrados a la luz. Y deja en evidencia a los que no quisieron creer en el Bautista, y no quieren creer en Él.


Tú necesitas saber que Jesucristo tiene autoridad sobre los espíritus malignos y puede liberarte de su influencia dañina. La Autoridad de Jesús Sobre los Espíritus Malignos releer Lucas 8:31-33. Existen algunos aspectos de este evento que no son familiares para la mayoría de nosotros.El “abismo” evidentemente se refiere al juicio final de los espíritus malignos, el cual está descrito en Apocalipsis 20:10. Los demonios sabían que el Mesías los enviaría allá al final de la Era.
No sabemos la razón por la cual Jesús les permitió entrar en la piara de cerdos. Algunos dicen que era para demostrar a los pastores que el hombre había sido liberado, pero la conducta posterior del hombre lo demostró. Algunos dicen que se manifestó la intención destructiva de los demonios, pero ellos ya la habían manifestado por sus efectos sobre el hombre. Por la razón que sea, los demonios fueron los responsables de la muerte de los cerdos.
¡Pero no perdamos el bosque por ver los árboles! La autoridad de Jesús sobre los espíritus malignos. Jesús no pronunció ningún conjuro, no utilizó ningún rito, ni parafernalia (equipos), etc. Él “ordenó”, “dio permiso”, y los espíritus malignos tuvieron que obedecerle. Su Palabra lleva la autoridad de Dios. En este y en muchos otros pasajes, la Biblia declara que podemos ser liberados de los efectos dañinos de los espíritus malignos a través de Jesucristo y solamente a través de Jesucristo. A la luz de esto, debiéramos todos seguir los pasos siguientes:
• Ven a Cristo, el único que tiene el poder sobre las fuerzas del mal (1Juan 4:4). Esto es debido a que Él es Dios quien los creó (Col. 1:15 al final). Los demonios sólo falsifican la intención que tiene Dios hacia los humanos—vivir dentro de nosotros personalmente.• Sepárate de todas las prácticas ocultistas (Hechos 19:18,19). Confiesa y renuncia a toda participación conocida. Hemos visto a muchos liberados de la opresión espiritual y el sometimiento cuando esas personas hacen esto.• Discierne y rechaza las enseñanzas religiosas que fracasan en distinguir entre Dios y otros seres espirituales (1Juan 4:1-3).


Las respuestas más naturales de aquellos que experimentan un amor liberador y el poder de Jesucristo quieren quedarse con Jesús y decirle al resto a cerca de él. Ahora que el Espíritu Santo ha llegado, nunca tendremos que dejar la presencia de Jesús, y su Espíritu nos da poder para nuestro testimonio a los demás.


El único poder que Satanás tiene ahora es el poder de la INFLUENCIA. Todavía intenta engañarnos a través de palabras, obras y maravillas mentirosas. Busca convencer a los cristianos para que piensen que todavía es el que manda.
Esto es un gran peligro para nosotros. Tenemos que defendernos. Satanás intentará privarnos y robarnos tantas bendiciones como se lo permitamos.

¡Hermano tu tienes el poder de destruir los dardos incendiarios de satanás, con tu libertad para decidir!. No le hagas el juego a satanás. Lucha por tu libertad.


¡AMEN Y GLORIA A DIOS!.


*NOTAS, COMNETARIOS Y REFLEXIONES POR EL COLABORADOR OSCAR RIVERA.

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