miércoles, 3 de octubre de 2012

Domingo 16. SABIDURIA E INTELIGENCIA.


El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, el conocimiento del santísimo es la inteligencia.

El Espíritu Santo nos abre a la verdad, y en esa verdad atesoraremos las experiencias más hermosas, deseando hablar a otros sobre las enseñanzas que se nos han revelado, cunado estemos con otros tendremos las ganas de comunicarles un pensamiento nuevo sobre el carácter y la obra de Jesucristo,  tendremos nuevas revelaciones del amor compasivo de Dios para aplicarlas a los que nos aman como a los que no nos aman. Cada revelación de Dios al alma aumenta la capacidad de saber y amar; el clamor continuo del corazón es "quiero más de Ti" y la respuesta del Espíritu Santo es "te doy mucho más"; Dios se deleita en darnos mucho más de lo que pedimos o entendemos.
A Jesús, quien se entrego por entero para la salvación de la perdida humanidad, se le dio sin medida el Espíritu Santo, así se le entregará a cada seguidor de Jesucristo siempre y cuando se le entregue su vida como morada.
Pues el Espíritu Santo es sabiduría e inteligencia.

Isaías 11:2

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. 

Santiago 1:5

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.


Santiago nos dice «Si alguno de vosotros le falta sabiduría, pídasela a Dios». El condicional “si alguno de vosotros” no implica que existan personas sabias que no necesiten sabiduría. Todos necesitamos. Debemos entender la frase como una forma amable de decir: “se que necesitas sabiduría, pero no lo admitirás”.


A los seres humanos nos gusta resolver por nosotros mismos nuestros problemas y tomar nuestras propias decisiones. Somos por naturaleza “orgullosos y auto-suficientes”. Se nos dificulta pedir consejos y reconocer que nos equivocamos.

Sin embargo, seamos honestos, nos equivocamos y muy a menudo. Basta con hacer memoria, mirar hacia atrás en nuestra vida, y ver los errores que hemos cometido. Debemos reconocer nuestra debilidad, tragarnos el orgullo y admitir que necesitamos sabiduría. El creyente debe pedir sabiduría a Dios porque la necesita.
La Palabra de Dios nos exhorta a no ser sabios en nuestra propia opinión. 

Proverbios 3:7

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;



Para depender de Dios, el cristiano necesita reconocer su falta de sabiduría y abandonar toda actitud de auto-suficiencia.

Ante las dificultades que el Señor permita en nuestra vida, necesitamos de su sabiduría divina para al menos dos cosas: para comprender el porqué de las pruebas y para tomar sabias decisiones.

Cuando el Señor permite alguna dificultad en nuestra vida (enfermedad, pérdida del empleo, etc.) lo hace siempre con el propósito de hacernos crecer en la fe. De allí que las pruebas nos acerquen más al Señor para fortalecer nuestra fe y depender de él o nos revelen un pecado en nuestra vida que nos impida crecer en nuestra relación con Él.

Sin embargo, la aflicción que nos producen los problemas y nuestra falta de sabiduría nos impiden comprender rápidamente el propósito de Dios al permitir esa dificultad. Por lo tanto, debemos pedir al Señor sabiduría para comprender el porqué de esa prueba.

Al enfrentarnos a los problemas de la vida es válido preguntarnos: ¿El Señor quiere hacerme ver un pecado oculto en mi vida? o sencillamente clamar al Señor y decirle: "hazme entender tu propósito para mi vida"
En cualquier caso, aunque no comprendamos los propósitos de Dios, no debemos dudar que todo está bajo su control. Debemos confiar en que intervendrá a nuestro favor cuando y como Él lo considere oportuno. Como ya hemos visto  debemos permitir que las circunstancias sigan su curso normal, según la voluntad divina.

1 Pedro 3:14

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
14 Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, 

1 Pedro 5:6-7

Dios Habla Hoy (DHH)
Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo. Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.


Es muy común que en nuestro desesperación de salir rápidamente de los problemas, tomemos malas decisiones que agraban aun más nuestra circunstancias. Las malas decisiones solo aumentaran el problema y como consecuencia lógica, nuestro sufrimiento o dolor.

Necesitamos sabiduría divina para comprender las circunstancias y en consecuencia tomar decisiones correctas. Recordemos que el Señor nos ha dicho:

Isaías 55:8

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.



Por eso, reconocer que necesitamos sabiduría es el punto de partida para depender de Dios. Debemos tomar decisiones bajo la sabiduría que el Señor nos de, si lo que pretendemos es caminar bajo su voluntad.
Santiago nos exhorta a no confiar en nuestra propia inteligencia para tomar decisiones ante los problemas de la vida, sino en la sabiduría que viene del cielo.
Esta es una idea repetitiva en las Escrituras. Antes que Santiago, el rey Salomón había expresado el mismo consejo:

Proverbios 3:5-6

Dios Habla Hoy (DHH)
Confía de todo corazón en el Señor
y no en tu propia inteligencia.
Ten presente al Señor en todo lo que hagas,
y él te llevará por el camino recto.



Debemos ser persistentes al pedir sabiduría al Señor quien da generosamente


En Santiago 1:5, además de enseñarnos que necesitamos sabiduría para comprender el porqué de las pruebas y para tomar decisiones correctas, nos indica a quien debemos acudir en busca de sabiduría: «(...) pídasela a Dios». El cristiano debe pedir sabiduría a Dios y por que Él es la fuente de toda sabiduría.
Es también importante notar que la forma verbal "pedir" (lit. pídasela) en modo imperativo, voz activa, implica que el cristiano debe “persistir en pedir”. No es cuestión de pedir una o dos veces. La idea es que debemos continuar pidiendo sabiduría mientras la prueba perdure y más aún depués. Es una actitud constante y no un evento único o aislado.
Notemos también que el texto dice que «(...) y el se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie». El Señor no hace acepción de personas. No mira los méritos que tengamos o los errores que hayamos cometido. No tiene hijos preferidos. Dios es una fuente inagotable de sabiduría disponible para todo aquel que se acerque a Él.

1 Corintios 1:24

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.



El Señor exige fe como condición para favorecernos


El versículo 6 de santiago 1 dice: «Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento.»

El Señor da sabiduría generosamente, sin embargo, exige fe como condición. Dios da sabiduría a la persona que deposita plenamente su confianza en Él. Quien se acerca a Él en oración y con fe, obtiene un caudal de sabiduría.
No obtiene nada del Señor quien es inconstante en pedir, lo que denota su falta de fe en el Señor. Una persona inconstante es controlada por la duda, de la misma manera que las olas del mar son controladas por el viento.
Santiago advierte al inconstante falto de fe «7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.


 .» (v. 7)

La frase  «quien tal haga» literalmente significa “el hombre ese” con la fuerza de alguien quien identifica a un sujeto señalándole con el dedo.
Por lo tanto, Santiago en este texto, acusa la persona inconstante y falta de fe. Y le exhorta a que deje de “imaginarse” que recibirá lo que pide al Señor. Por que sin fe es imposible obtener nada de Dios.
La confianza en Dios es un requisito indispensable para obtener de él, sabiduría o cualquier otro favor. Por esa razón, quien pide debe hacerlo con la plena certeza que Dios ha de proveer la sabiduría para discernir el propósito divino y tomar las decisiones correctas ante los problemas. Quien duda de la provisión de Dios, no tiene ningún derecho a recibir nada de él. Quien cree, lo obtiene todo.

Sabiduría es la capacidad de comprender la razón de algo, y en consecuencia actuar con sensatez. Todos somos faltos de sabiduría, nos equivocamos, cometemos errores que perjudican nuestra vida y a quienes están a nuestro alrededor.
Ante las dificultades que el Señor permite en nuestra vida, necesitamos de su sabiduría divina para comprender el porqué de las pruebas y en consecuencia tomar sabias decisiones. Por eso, reconocer que necesitamos sabiduría es el punto de partida para depender de Dios.
Santiago nos enseña que Dios es una fuente inagotable de sabiduría disponible para todo aquel que se acerque a Él. Que necesitamos pedir sabiduría a Dios. Pero, que al pedir debemos ser constantes en nuestra petición y creer con plena certeza que Dios proveerá. Pues quien duda de Dios no tiene derecho a obtener nada de él.




La inteligencia es un regalo que Dios me da para entender la grandeza de su poder. En esta inteligencia cabe la sabiduría del temor de Dios, el cual viéndolo con inteligencia es el temor a ofenderles con nuestras acciones y nuestros actos, el el temor de no dar honra a Dios con lo que hacemos.

Proverbios 1:7

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.  



Dios es un ser inteligente. Nosotros al ser creados a su imagen somos también inteligentes.
En la actualidad nos damos cuenta que el hombre con su inteligencia, puede hacer muchísimas cosas y está tratando continuamente de hacer cosas que solamente Dios puede hacerlas. Se olvida del poder de Dios. Otras veces usa la inteligencia para hacer daño a otras personas. Dios quiere que usemos nuestra inteligencia en cosas buenas. Debemos dar gracias a Dios porque a todos nos ha hecho inteligentes y quiere que le honremos usando nuestra inteligencia en forma positiva; que nuestra vida sea el servicio y la buena actitud ante todo que tengamos una vida pura donde habite el Espíritu Santo teniendo la facultad de conocer las cosas espirituales, de captarlas, de formarlas, de acomodarlas y de comprenderlas.

Santiago 3:17

Dios Habla Hoy (DHH)
17 pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios, llevan ante todo una vida pura; y además son pacíficos, bondadosos y dóciles. Son también compasivos, imparciales y sinceros, y hacen el bien.



No sólo es actitud del cristiano pedir sabiduria e inteligencia a Dios para sí, sino el pedir para los demás para que el mundo sea mejor y más lleno del Espíritu de  Dios.

Colosenses 1:9-10

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;  



La inteligencia espiritual es la facultad que te da el Espíritu Santo para que tu mente espiritual comprenda a Dios y las cosas de Dios, y lo que no es de Dios, aunque así lo parezca y que puede ser influencia del maligno, o sea tener el buen juicio que da la inteligencia. 

Proverbios 8:11-14

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas;
Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella.
12 Yo, la sabiduría, habito con la cordura,
Y hallo la ciencia de los consejos.
13 El temor de Jehová es aborrecer el mal;
La soberbia y la arrogancia, el mal camino,
Y la boca perversa, aborrezco.
14 Conmigo está el consejo y el buen juicio;
Yo soy la inteligencia; mío es el poder. 



La sabiduría y la inteligencia es lo que necesita el ser humano para conocer, interpretar y llevar a su vida las cosas de Dios, al tenerlas tendrá al Espíritu Santo habitando en su vida y hallara la vida que sólo Jesucristo nos puede dar. 

Proverbios 4:5-8

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
No la dejes, y ella te guardará;
Amala, y te conservará.
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;
Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
Engrandécela, y ella te engrandecerá;
Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.  

Proverbios 8:32-35

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
32 Ahora, pues, hijos, oídme,
Y bienaventurados los que guardan mis caminos.
33 Atended el consejo, y sed sabios,
Y no lo menospreciéis.
34 Bienaventurado el hombre que me escucha,
Velando a mis puertas cada día,
Aguardando a los postes de mis puertas.
35 Porque el que me halle, hallará la vida,
Y alcanzará el favor de Jehová. 



¿Quieres ser sabio e inteligente? ¡¡¡PIDELO CON FIRMEZA, FERVOR Y PERSEVERANCIA!!!. Y ESTOY SEGURO QUE DIOS NO TE NEGARÁ ALGO QUE ES PARA TU VIDA ESPIRITUAL.

¡AMEN Y GLORIA A DIOS!

*NOTAS, COMENTARIOS Y REFLEXIONES POR EL COLABORADOR OSCAR RIVERA

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