Domingo 11 de marzo. DESTRUYENDO IDOLOS.

Cuantas veces el Señor te ha llamado a destruir ídolos, ya no digamos los ajenos sino los tuyos propios, ¿has escuchado?, ¿lo has hecho?. Todo aquello que nos aleja de Dios es un ídolo, no sólo las imágenes, los muñecos de yeso y barro; de oro y plata, sino aquello que no nos permite adorar y servir al único y verdadero Dios nuestro Señor Jesús.

Los ídolos pueden adoptar muchas formas, tan palpables como una estatua de un dios o tan sutiles como el poner la mayor parte de nuestra confianza en nuestros talentos o capacidades en vez de en la confianza en el Señor. El que no tengamos una estatua de Baal en nuestro patio trasero no significa que estemos libres de los ídolos. Incumbe a cada cristiano considerar profundamente si hay algún obstáculo en su corazón que ponga trabas a su intimidad con Dios.

Gedeón un joven de fe vacilante que nos puede representar en nuestra forma de ser para con Dios, hace caso aunque temeroso al llamado de Dios y cumple con lo que el señor le ordena hacer, ¿cuantas ocasiones no cumplimos con lo que Dios desea, y hemos puesto nuestra fe en cosas, objetos y personas?.

Es porque nuestra falta de entrega a la oración, a la lectura de la palabra y a la guía del Espíritu Santo, no nos permite tener una verdadera confianza en el Señor. 

Debemos derribar nuestros ídolos internos (nuestro ego), para poder ser mansos de corazón y entregarnos a la acción de Dios, el nos guiara en la contienda con los ídolos que tenemos en nuestra vida material y que no permiten que tengamos una plena vida espiritual; ¡ATREVETE! a tirar y destruir esos ídolos: el ego, el materialismo, el yoyismo (sólo yo); a tirar y destruir esos baales ("santitos") y aseras ("virgencitas") que aún guardas por algún motivo; falta de fe, de confianza en el Señor Jesús, por algún sentimentalismo o apego (ataduras de satanás para que no te deshagas de ellos); o de cualquier distracción o provocada por algún objeto o persona y que no te están permitiendo centrar tu atención en Jesús.

Toma en cuenta que Gedeón ya había destruido los ídolos propios, por eso el Señor lo llama a destruir los de los demás; así estamos llamados a destruir los ídolos de los que nos rodean una vez que hayamos destruido los nuestros.

¡SE UN DESTRUYE ÍDOLOS!. 

¿Cómo destruir los ídolos de los demás?.

Muy sencillo, con actitud  verdaderamente cristiana: oración, lectura y conocimiento de la Palabra de Dios, la guía del Espíritu Santo, servicio y testimonio de vida; esto te dará la fortaleza necesaria para que ningún ídolo se de afrente; ni en ti ni en tu casa ni fuera de ella.

Jueces 6:25-32

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

²⁵ Aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él;
²⁶ y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado.
²⁷ Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.
²⁸ Por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado.
²⁹ Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás:
³⁰ Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba junto a él.
³¹ Y Joás respondió a todos los que estaban junto a él: ¿Contenderéis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él, que muera esta mañana. Si es un dios, contienda por sí mismo con el que derribó su altar.
³² Aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, esto es: Contienda Baal contra él, por cuanto derribó su altar.

Así como en el tiempo de los Jueces vivimos el día de hoy. La apostasía cunde por todos lados. El pueblo de Dios se ha olvidado de las misericordias de Dios e impera la incredulidad. Los enemigos de Dios han tomado por asalto los diversos ambientes cristianos, y ha sido mancillado el testimonio de Dios. En esta desastrosa situación, los verdaderos hijos de Dios sufren el robo de su paz y de su herencia. El fruto de su esfuerzo es devastado. Viven expuestos a infinidad de peligros. Se sienten como en una llanura, sin defensa, atados y sin escudo. ¿Cuál es la causa? ¿Estará en Dios que se ha olvidado de ellos? ¿Es que se ha olvidado Dios de su heredad? No es así. Es por el pecado, es porque se han dejado los caminos santos del Señor, y se han levantado altares a los ídolos.

Un ídolo es toda falsa deidad. Es todo aquello que nos puede hacer creer que por su virtud seremos salvados o protegidos. Pablo nos exhorta a huir de la idolatría:

1 Corintios 10:14

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

¹⁴ Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.

y Juan nos advierte acerca de ella.

1 Juan 5:21

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

²¹ Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.

La idolatría es también "veneración", es decir, un amor excesivo y excluyente hacia lo que no es Dios. Cuando uno superpone algo a Dios, eso es un ídolo. Cuando el Señor dice que el que ama a padre, madre, hijo o hija más que a Él, no es digno de Él, está derribando ídolos, objetos de veneración.

Derribar los ídolos significa barrer con todo lo que reclama nuestra atención o nuestro amor por encima del Señor. Esto significa entrar en conflicto con quienes nos rodean y aun hasta recibir amenazas, pero el que vence sobre ellos será llamado Jerobaal (el que tiene contienda con los ídolos).

¡En los cielos suena muy bien este nombre! Es bueno ser conocido como uno que destruye ídolos. Es buena cosa ser, en este sentido, un iconoclasta. El mundo está lleno de ídolos a los cuales es preciso derribar para que Dios pueda actuar. Si hay un pecado que irrita al Señor, ese es la idolatría (Éx.32:19-29). El pueblo de Dios tuvo que sufrir 70 años de cautiverio en Babilonia para aprender esto.

El origen de la adoración o veneración a los ídolos e imágenes es de origen pagano, y detrás de todo culto pagano está Satanás.

Apocalipsis 13:14-15

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

¹⁴ Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.
¹⁵ Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.  

Hermano ¿estás dispuesto a rendirle culto a satanás por medio de los ídolos?.

O prefieres ¡obedecer a Dios y tirar los ídolos y destruirlos!.

Mateo 6:21

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

²¹ Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. 

¡AMEN Y GLORIA A DIOS!.


* NOTAS, COMENTARIOS Y REFLEXIONES POR EL COLABORADOR OSCAR RIVERA.